Urano entró directo en el signo de Tauro la semana del 19 de enero, luego de varios meses de retrogradación. El 2022 es un año síntesis: en 2020 nos sumergimos en las profundidades, tocamos fondo en 2021 y ahora empieza el principio del fin. Una conclusión se avecina, van llegando comprensiones y se acomoda el nuevo tiempo.
Conociendo a Urano directo
Urano rompe las seguridades a las que nos aferramos dejándonos despojadxs y más livianxs para emprender el camino evolutivo.
Lo que no entendíamos o no podíamos creer hace dos años atrás ahora es totalmente coherente y encaja en una lógica inesperada, pero aceptada.
La #astrología no es un instrumento de juicio moral, no podemos evaluar de “mejores” o “peores” los resultados. Pero podemos observarlos y situarlos en ciclos y movimientos mucho más grandes que nuestra vida individual.
Cuando este #planetatranspersonal recupera su marcha directa, los procesos profundos y lentos se vuelven acción, vorágine y vértigo.
Urano estaba retrógrado en #Tauro desde agosto del 2021. El texto que escribí en esa fecha decía que “cuando todo se destruya, lo esencial brotará de nuestro centro”. Quizás ese tiempo ya llegó y tengamos que levantarnos del letargo con valentía para acompañar a la Tierra en su salto de conciencia.
Urano es la antena de captación de lo diferente, de lo que se sale del patrón esperado. Es el promotor de las revoluciones y las inestabilidades en todos los órdenes de la vida. Habla de libertad y de intuición.
No es instintivo, intelectual, ni sentimental. Urano nos lleva a “captar” una visión o revelación que no será para nosotrxs individualmente, ni siquiera para el colectivo, sino que aportará a la evolución planetaria.
En nuestra escala humana, Urano nos puede generar emociones encontradas, incomodidad, desorientación y desconcierto.
Posiblemente no sepamos qué hacer con su tránsito y podemos vivirlo con un poco de estrés o ansiedad. Nos podemos poner exigentes y querer que los cambios sean “ya”. Eso no hará más que frustrarnos rápidamente y que se sumen dificultades con el ciclo del descanso y el sueño.
Sepamos que los cambios producen rupturas y las rupturas traen consecuencias emocionales. Nosotros sí hacemos procesos corporales y necesitamos digerir lo que nos pasa antes de mutar.
Urano directo puede ser clave para la expansión que necesitamos y especialmente para “actualizar” nuestra identidad a una forma más cercana al alma. Acortar distancias entre la esencia y el ego.
Después de descubrir lo transpersonal, no podemos ser lxs mismxs o sostener el acuerdo social y familiar como si nada.
Tendremos que soltar los amarres de la comodidad y lo conocido para planear hacia donde nos pida el viento.
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