El Sol entró en Tauro el pasado 20 de abril bajando al cuerpo toda la emocionalidad que el cielo danza. La conciencia de lo orgánico toma el poder, las ganas de descansar al sol sin tanto barullo mental se nos imponen.
Esta entrada consolida los aprendizajes que se abrieron en luna llena y nos aporta la confianza necesaria para los eclipses que vendrán.
Nosotrxs también somos la tierra y sus frutos.
Merecemos habitar el placer de la encarnación.
¡Feliz mes y feliz cumple, taurinxs!
¿Qué representa el Sol en la carta natal?
- En la carta natal el Sol es nuestro centro organizador de todas las funciones planetarias. Es el que coordina y hace foco permitiendo que nuestras búsquedas se desarrollen armónicamente. Es mediador entre la luz y la sombra, la acción y la recepción, el mundo interno y externo.
- Desde el Sol irradiamos nuestra fuerza interna y nos brindamos amorosamente al entorno. Nuestra manera de brillar está ligada a nuestro signo solar.
- Dice Ale Lodi que: “El estadío de expresión solar simboliza el tiempo evolutivo para descubrirnos individuos diferenciados … Es el tiempo orgánico de búsqueda de autenticidad”.
- Sin duda el Sol es el vehículo de la conciencia y ser “nuestro propio Sol” es un desafío de vida. Es el camino de ser héroes y heroínas de nuestras vidas.
¿Cómo se expresa el Sol en Tauro en una carta natal?
En ese “camino de descubrimiento del Ser”, un Sol en Tauro aprenderá a ser Sostén, concretar, conectar con el placer y la sensualidad, a confiar en la percepción, a ser paciente y perseverante.
Deberá descubrir su belleza natural y sus tiempos de proceso para sentirse seguro. A paso pausado pero disfrutando el paisaje será su desarrollo.
Dentro de sus desafíos y dificultades, se encontrará con el obstáculo de la inercia que puede llevarlo a permanecer en lugares más de la cuenta y a acumular materia como reacción defensiva ante una realidad cambiante. Puede aplicar el dicho “más vale pájaro en mano…” negándose así la posibilidad de goce en la libertad y la incertidumbre.
Seguramente sus miedos más profundos tengan que ver con “perder” y “soltar” en todos los órdenes de la vida.
Para entrar en el ciclo natural de vida-muerte-vida deberá aceptar el don escorpiano y cantar: “para ganar hay que perder”.
El regalo que el cielo tiene para estos Soles, sorteando las dificultades de su apego, es el pleno disfrute de la “encarnadura”. Habitar este cuerpo y ser naturaleza.
Gracias, Tauro, por recordarnos que es tiempo de volver a la tierra para transformarnos.
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