Mercurio es un planeta muy rápido, el más cercano al Sol, y por lo tanto el que más data nos trae del gran astro y el viaje de la conciencia. Así es también de veloz nuestro plano mental, especialmente nuestro “diálogo interno”.
Según el signo zodiacal donde esté Mercurio en nuestro mapa natal será nuestra manera de comunicar, pensar, escribir, asociar, reflexionar, jugar, aprender y enseñar.
La cultura en la que vivimos, atrapada en la imagen, otorga a este personaje un lugar preponderante, a veces en detrimento de la totalidad que somos, y creemos que porque lo pensamos ya tiene que ser “real”, olvidándonos de los procesos naturales del cuerpo -que también somos-.
Visto desde la Tierra, Mercurio da la sensación a veces de “ir hacia atrás”, de volver sobre sus pasos. En Astrología lo llamamos “retrogradación”, y en el caso de este planeta, ocurre cada cuatro meses y retrocede veinte días, para luego retomar su marcha directa.
Este 30 de enero comenzó entonces el movimiento retro en el grado 26 del signo de Acuario y llegará hasta el grado 11 el 21 de febrero, cuando se activará otra vez hacia adelante.
Quizás en la antigüedad podíamos “temerle” a este movimiento de retrogradación creyendo que algo andaría mal en nuestros vínculos, nuestros teléfonos o wifi, pero ya hoy precisamos dar un salto, un cambio de perspectiva. Aún más ahora, que transita Acuario, el signo disidente y cuestionador de las normas.
Volver hacia atrás, simbólicamente, es re-ver: ver de nuevo. Re-flexionar, o sea “volver flexible”, flexibilizar. Mercurio es un planeta “amoral”, incluso desapegado de las emociones mundanas. Es andrógino, integrado en su dualidad. No necesita tomar partido por el bien o el mal. Sabe que ambas caras de la moneda son coexistentes y necesarias. Es el maestro de la adecuación a las circunstancias, de la libertad de movimiento. No casado con el Diablo ni con Dios, aunque seguro el primero le caiga más en gracia…
Tan saludable es cambiar de opinión… Poder mirar las cosas desde otros ángulos, escuchar e incorporar los puntos de vista diferentes, despegarnos del diálogo interno que nos repite todo el tiempo cómo somos y qué tenemos que pensar…
Tomemos estas tres semanas de autoanálisis. Cómo estuvimos siendo con nuestras amistades, a qué aventuras podríamos haberles dado lugar y no lo hicimos porque no entraban en nuestro “molde”. Es un buen tiempo para estudiar algo nuevo ya que nuestra comunicación se concentra hacia adentro y nos podremos enfocar más.
Un buen “tip” para Mercurio retro es detener la palabra: el silencio es un gran sabio. Cuando espero un instante antes de decir, me permito captar otras posibilidades. En el silencio escucho mejor y proceso la realidad con más profundidad antes de dar respuestas apresuradas que pueden limitarme.
Son semanas de comprensión sobre los cambios que estamos atravesando. Para ser nuevxs antes precisamos haberlo pensado.
(lago_nt en Instagram)
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