Skip to content Skip to sidebar Skip to footer

Quirón en Aries en conjunción al Sol: reconectando con nuestra esencia instintiva. 

La herida existencial no es abstracta. Es absolutamente carnal, básica y concreta. 

Nos vienen negando el cuerpo, y con él, nuestras percepciones sensoriales. Nos vienen alejando de la tierra, de sus saberes simples y su apapacho. El andar despacito mirando de no pisar hormigas, el ciclar con las fases de la luna…

Hoy me preguntaba, por ejemplo: ¿sabrá la mayoría cómo detectar si una planta es comestible? Si andamos en el monte, si no tenemos guías locales cerca… ¿podremos valernos solxs en la naturaleza?

Una pregunta simple que olvidamos hacer. ¿Sabemos reconocer qué es “alimento” de lo que no lo es?

El sentido del olfato es muy primitivo. Lo usan los animales para reconocer qué alimentos pueden consumir. Lo aplican lxs bebés para reconocer a sus madres y al entorno amoroso. Sin embargo, lxs humanxs adultxs creemos que no lo necesitamos para la supervivencia. 

Aquí un detalle: es a través del olor que definimos si una planta es o no comestible. 

Las plantas tóxicas huelen “racio”, igual que el queso. Difícil de reconocer con la alimentación a base de lácteos que tenemos en nuestros países ganaderos. 

Rancio es sinónimo de tóxico. 

Para darnos cuenta de cómo huele una planta tenemos que cortar una de sus hojas verdes (no sirven flores ni frutos, ellas nos pueden confundir). Precisamos que nuestra cavidad bucal esté limpia, sin alimentos ni caramelos. Tapamos un orificio nasal y sentimos el aroma con el otro. Es un proceso sencillo y clave: la plantas puede ser aromáticas, tener olor a “verde” -o sea a clorofila-, oler a podrido, no tener aroma ninguno o ser rancias. Sólo las últimas son tóxicas; las demás se pueden ingerir sin problema, siempre teniendo en cuenta las medidas útiles.

Como nos vienen negando el cuerpo, desaparece nuestro olfato.

La enajenación y separación de la naturaleza no comenzó en 2020 con la pandemia, pero sí se profundizó.

El tacto, el sudor y el abrazo son básicos para la supervivencia.

Con el olfato también reconocemos la manada. Gracias al aullido nos reuniremos en la lucha.

La herida es cuerpo. La sanación también.

Dejar un comentario

1 × 3 =

Redes
Contacto

Marindia, Canelones
Uruguay

+598 99 842 810
info@solaura.com.uy
Sol Aura

Sol Aura © 2025. Todos los derechos reservados.