Se acerca la luna llena en Géminis. Nos sentimos más pesadxs, con un cansancio inexplicable. El período de luna creciente a llena siempre nos conecta con el desborde. La intensidad crece y crece hasta la lunación, a partir de cuando, paulatinamente, todo irá calmando. Seguramente, estos días previos sean los “peores”, hablando de la sensación que cae en el cuerpo, la densidad y el agobio.
Esta luna vendrá acompañada de eclipse, el primero del año en el eje Géminis – Sagitario. Será una luna llena eclipsada. Se va a dar en el grado 8 de Géminis, mismo signo donde está el Nodo Norte, marcando el camino de aprendizaje colectivo.
Este eclipse lunar del 30 de noviembre será parcial, y la luna se verá rojiza a las 6.29 am aprox, hora de Uruguay y Argentina. Es el primer eclipse en Géminis que tendremos desde el 2012. Podríamos tomarnos un instante para viajar hasta aquel tiempo y recordar qué estábamos transitando. En ese entonces, estábamos terminando formas de vincularnos que estaban caducas. Ahora nos toca gestar nuevas.
Por ser lunar, este eclipse habla de cierres. Por ser en el signo del Nodo Norte, refiere a comienzos. Es conveniente saber en qué casa de nuestra carta natal personal se dará esta configuración para orientarnos un poco más sobre qué nos toca aprender a cada unx. Mirar la casa donde está Géminis y los aspectos que se den con nuestros planetas.
Es un buen momento para preguntarnos por nuestras relaciones con el medio cercano -amigxs, vecinxs, compañerxs-, por nuestra manera de expresar y comunicar, evaluar cómo enseñamos, cómo aprendemos, qué lugar le damos a la tecnología, qué intereses nos atraen y qué eventos nos distraen de los objetivos primordiales.
Los eclipses no son para tenerles miedo, sino para comprender más profundamente qué estamos haciendo en este plano, cuáles son los propósitos del alma. En este punto conviene mirar a Quirón, quien hoy 26 de noviembre hace un trígono con el Sol en Sagitario: nos conectamos con la herida y tomamos la iniciativa para sanarnos. Con la valentía y el amor necesarios, y aunque la travesía parezca imposible.
El viernes 27/11, Venus hará una oposición exacta a Urano en Tauro. Ya venimos sintiendo su poder con fuertes dolores de cabeza y hasta insomnio. Urano desequilibra y nos hace vibrar como anguilas. Con cada descarga hay una fuerte toma de conciencia, pero después nos sentimos como si hubiéramos sido arrollados por un tren de carga.
Coincidiendo con todo este movimiento, Neptuno se está despertando de la retrogradación y hace cuadratura a los Nodos, agregando el componente ilusorio y adormecedor de la energía pisciana. Un poquito más de confusión al asunto, digamos.
Queda poco tiempo de la triple conjunción -Júpiter, Saturno y Plutón- activa en Capricornio, y como en toda gran obra teatral, en el final nos ponemos de pie y aplaudimos fuerte, aumentando la intensidad de la despedida.
Intensos días, intensas noches. Mucha calma para atravesar lo que el cielo nos tiene preparado.
