Los ciclos de los planetas lentos marcan el paso colectivo.
Muchas veces olvidamos que somos procesos, que no estamos “acabadxs”. Nos aferramos a las imágenes fijas que percibimos y las juntamos como en un álbum de fotografías. Ahí nos paramos para decirnos internamente quiénes somos, dónde estamos y qué queremos. Nos lo repetimos cada mañana como un loro. Pareciera que necesitamos todo el tiempo el “marco” de referencia.
Saturno es esa construcción. En nuestro psiquismo representa la estructura, los límites, los bordes. Es la autoridad introyectada gracias a la que establecemos un Ego estable.
Urano es el gran quiebre de todo eso.
Ambos conviven y dialogan, en el cielo no hay tensión.
Somos nosotrxs, identificadxs con un yo fotográfico, que los vivimos en conflicto. Como si no fuéramos un devenir en cambio continuo, como si esas imágenes realmente nos definieran.
Lxs Camiares, originarixs de Córdoba y San Luis -mal nombradxs como “comechingones”-, mantenían la conciencia fluida gracias a la práctica cotidiana de beber yuyos en infusión. Le prestaban especial atención a la idea de “yo” considerándola un parásito. Se auto-observaban y no se dejaban caer en la tentación de colonizar a lxs demás con pensamientos e imágenes (algo que hacemos incansablemente en las redes sociales compartiendo contenido sin fin)
Algunas hierbas que ingerían les ayudaban a estar en el presente, sin pensamientos, y por lo tanto, sin sostener una línea de tiempo ni una idea sobre quiénes eran.
¿Podés imaginar amanecer sin saber quién sos? Y no porque enloqueciste, sino porque estás tan en el aquí-y-ahora que te das cuenta que “ser” es muy diferente a “estar”. Podés ver que cuando “estás” (presente) poco importa el “ser” porque hay mucho para hacer (y para no-hacer)
Esta cuadratura Saturno-Urano propone la primera “forma” visible del vínculo entre ambos planetas en el cielo, que volverán a encontrarse en oposición y cuadratura en los próximos años.
Con ellos, precisamos integrar impermanencia con estabilidad, originalidad con orden y libertad con contención emocional. Formas que nos dejen ser auténticxs y que a la vez nos hagan sentir segurxs mientras la habitamos. Conectar con la creatividad y plasmarla en la realidad.
Estar despiertxs sin esperar nada, y sintiéndolo todo.
